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sábado, 7 de septiembre de 2013

Una verdadera pesadilla vivió una mujer que al subir a un remís descubrió que el chofer era la persona que conducía el colectivo que había matado a su hijo y que fue condenado e inhabilitado para manejar.

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Graciela Bodroy en el año 2008 sufrió la trágica pérdida de su hijo Eduardo Miranda, de 27 años, cuando se trasladaba en bicicleta por Moreno y fue encerrado por un colectivo, en una maniobra que al joven le costó la vida y por la que el colectivero fue condenado e inhabilitado para manejar.
La mujer luchó hasta el cansancio para llegar al juicio y conseguir justicia.
El chófer apeló y ahora está trabajando como remisero.
El Diario Popular da cuenta hoy de esta situación que es tan insólita como lamentable, y paradigmática del daño que generan determinadas decisiones judiciales.
En mayo pasado, la mujer logró que el chofer fuera condenado a 3 años de prisión en suspenso y 8 años de inhabilitación, pero el miércoles pidió un remís para ir al médico y descubrió que el chófer era nada menos que el autor del homicidio.
Para peor, cuando fue a reclamar a los tribunales, le dijeron que no podían hacer nada, porque la condena no está firme.
Aún conmocionada por toda la secuencia, Graciela dijo que: “fue un camino larguísimo conseguir que esta persona, responsable sin dudas de la muerte de mi hijo Eduardo Miranda, llegue a estar sentado en una sala de juicio, y más aún que lo condenen por homicidio culposo, y cuando creímos que tendríamos un poco de justicia, descubro de esta forma que sigue manejando, ahora un remís, y a nadie le importa”.
Al recordar el desagradable momento en que reconoció al chofer que provocó la muerte de Eduardo, la mujer explicó: “Tenía que realizar algunos trámites en la salita de mi barrio, en Moreno, donde me atiendo por problemas de salud, entonces llamé a la remisería pidiendo un auto, y cuando llegó el vehículo, subí y de inmediato me di cuenta que el conductor era José Luis Cabrera”.
En mayo pasado, en dos audiencias desarrolladas en Tribunal Oral Criminal 9 del Departamento Judicial de Mercedes, el colectivero Cabrera fue condenado por el homicidio culposo del joven ciclista, a 3 años de prisión en suspenso y 8 años de inhabilitación para manejar.
Graciela explicó: “El fiscal había pedido 5 y 10 años, pero los jueces determinaron que la condena sería de unos años menos. Nos fuimos de allí creyendo que esta persona no manejaría en los próximos 8 años. Lamentablemente nos equivocamos”.
“Cuando lo vi a Cabrera adentro del auto, no lo podía creer. Me descompuse, me bajó la presión. No pude decir nada. El no se dio cuenta quién era yo. Bajé en la salita, y me tuvieron que atender de urgencia. Estuve algunas horas, vino mi familia. Recién en ese momento les pude contar lo que me había pasado. Sigo sin poder creerlo, muy triste con la justicia”.
Una hija de la mujer, enterada de la situación, fue con su marido a la remisería, y comprobaron que efectivamente el condenado trabajaba de chofer.
“Lo siguieron y verificaron que subió a otro pasajero. Filmaron todo eso. Mi yerno, cuando el pasajero estaba descendiendo, se acercó para pedirle explicaciones. Pero este hombre arrancó y casi lo mata. Cayó al piso y se lastimó todo. Ahora está con anti-inflamatorios y calmantes”.
“Hoy (por ayer) fui a la fiscalía de Moreno, a contar lo que me había pasado y que este hombre maneja un remís. Me dijeron que la condena había sido apelada por su defensa, y que se aguardaba la confirmación de la sentencia. Mientras tanto, no pueden hacer nada. Es un dolor muy grande”.
“Mi hijo había salido en bicicleta a buscarme unos remedios. Iba bien, pero el chofer del colectivo hizo una maniobra inapropiada, para zafar de pasar por un lomo de burro, encerrando a mi hijo. Lo mató su falta de responsabilidad al volante. Sé que no tuvo intención de matar, pero la justicia probó que tuvo culpa y lo condenó. Pero le permiten manejar. A nosotros nos arruinó la vida la pérdida de Eduardo. Era un joven lleno de vida, solidario y amado por todos. Esto hace que el dolor se acreciente, porque a nadie le importa”.

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