La policía federal, en la ‘Operación Zombie’, localizó el domicilio desde donde se efectuaban los delitos y se cree que desviaba, desde páginas web, alrededor de 50 mil dólares por mes.
El Ministerio de Seguridad Nacional emitió un comunicado: “Se detuvo a un joven súper-hacker, líder de una red integrada por siete personas, especializado en fraudes electrónicos trasnacionales y complejas triangulaciones financieras que concretaba vulnerando la seguridad de varias webs de transferencia de dinero y juegos por internet”.
“El hacker es hijo de un ingeniero informático que vivía en casa de sus padres donde encontraron computadoras con capacidades de cálculo muy superiores a las corrientes, cables de conexión especiales, servers rackeables, routers y 14 discos rígidos”.
Según una fuente de la investigación: “los usuarios de internet resultaban víctimas de una infección con un virus informático del tipo ‘malware’ (troyano) que el hacker alojaba en un servidor de descargas de aplicaciones para juegos online”.
Un empresario que ofrecía servicio de alojamiento -hosting- de páginas web personales, el año pasado, denunció que un hacker había intervenido, remotamente, sus servidores e interceptado transferencias electrónicas que se hacían a través del portal Dineromail, desde ese entonces la fiscal de Instrucción, Alejandra Gils Carbó, ordenó a la policía que investigue el caso.
Intervinieron varios teléfonos, donde se realizarán un análisis de mails involucrados y de los portales atacados, se rastreará direcciones IP y se estudiarán los registros de conexión, la Policía Federal dio con un domicilio porteño: Juan de Garay al 3200.
Además descubrieron que: “el desvió del dinero iba hacía una cuenta de un banco de Rosario, provincia de Santa Fe. Allí, había otro miembro de la banda que se encargaba de cobrar el dinero cuya casa también fue allanada. En esa vivienda había una red de cámaras con el fin de controlar la cuadra. Para poder llevar a cabo el operativo, la policía cortó la energía eléctrica en la zona para evitar que el hacker destruyera las pruebas”.
El caso está en el Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción Nº 11, a cargo de la jueza Wilma López.
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