Según fuentes policiales: “Los vecinos contaron que se trataba de una familia muy introvertida, que no tenía relación con nadie en la zona y que jamás recibía la visita de familiares”.
Algunos vecinos relataron que: “El matrimonio era evangelista y era frecuente escucharlos rezar. De hecho, dentro de la vivienda fueron halladas varias biblias, velas y otros elementos religiosos”.
Los vecinos fueron quienes dieron aviso a la Policía porque hacía varios días no habían visto a los fallecidos y desde la vivienda emanaba un fuerte y desagradable olor.
Con una orden judicial, la Policía ingresó al lugar este viernes con un cerrajero y fue cuando se encontraron con los cuerpos sin vida de la familia en una habitación, estaban recostados sobre una cama y tapados.
Las mismas fuentes explicaron que: “Estaban en avanzado estado de descomposición. Creemos que las muertes se remontan a julio, cuando fueron vistos por última vez”.
Junto a los cuerpos había una botella con un líquido que será analizado porque se sospecha que pudiera contener algún veneno ya que los investigadores barajan la posibilidad de que la familia haya muerto como consecuencia de un pacto suicida pero tampoco se descarta que hayan muerto por un escape de gas.
Las autoridades rechazan que la causa de la muerte fuera por causas delictivas, ya que no faltaba ningún objeto de valor dentro de la vivienda ni tampoco se observó ningún desorden o destrozo.
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