Los 22 barra bravas de Independiente que permanecían detenidos fueron trasladados esta mañana al juzgado donde prestarán declaración por la presunta “emboscada” con armas de fuego que estaban preparando en inmediaciones del estadio del club de Avellaneda, antes del partido frente a Unión, que fue suspendido por esta razón.

Los sujetos estaban alojados en la comisaría Primera de la mencionada localidad bonaerense y fueron llevados en patrulleros a la oficina judicial, mientras que los diez hinchas menores de edad que habían sido apresados, fueron entregados a sus familias durante la madrugada.

Los barras fueron aprehendidos el viernes por la tarde y pertenecen a la facción liderada por César “Loquillo” Rodríguez y en su poder se incautaron 4 armas de fuego (dos revólveres y dos pistolas) y 10 “facas”.

Los individuos fueron detenidos tras ser vistos por la policía en los techos de una vivienda abandonada que está ubicada enfrente de la puerta cuatro del estadio de Independiente donde habrían estado esperando que pasaran por ese lugar los integrantes de la facción rival, liderada por Pablo “Bebote” Álvarez.

Este episodio se registró horas antes del horario en que estaba previsto que comience el partido en el cual Independiente iba a recibir a Unión de Santa Fe y que finalmente se suspendió por decisión de la AFA, tras la sugerencia del Aprevide y de la Policía bonaerense.

El enfrentamiento entre los grupos liderados por Rodríguez (la barra “oficial”) y Álvarez (la facción disidente) comenzó en las redes sociales en disputa del poder de la tribuna Norte y se habrían prometido una “batalla” por el mando. Ese sector es el que ocupaba la barra oficial liderada por “Bebote” hasta la llegada de “Loquillo” al poder con la facción “Somos Nosotros”. Cuando eso ocurrió, “Los Diablos de Avellaneda” fueron exiliados a la Sur.