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sábado, 26 de octubre de 2013

La encargada de un edificio del centro de La Plata donde este jueves volvió a entrar un ladrón decidió tomar medidas extremas y tras comprar un arma de fuego colocó en la puerta de entrada un cartel que avisa ‘Ladrones abstenerse, consorcio armado’.

edificio con la portera armada

El edificio está ubicado en 10 entre diagonal 74 y 48 y sólo la encargada tuvo la idea de comprarse un arma de fuego e instalar el anuncio ya que el resto de los vecinos decidió no acompañarla en la drástica determinación.
Según explicó la portera al diario El Día: El mensaje tiene un propósito disuasivo, y fue fijado allí luego de que ayer volviera a registrarse un nuevo ingreso de un delincuente al edificio.
El hecho ocurrió ayer cerca del mediodía, cuando ‘un ladrón menor de edad abrió la puerta de ingreso con una tarjeta SUBE  y empezó a merodear los pasillos’.
Según la encargada del consorcio Nora Amiotti de 59 años: “en su recorrido, el asaltante llamó a la puerta de varios vecinos”.
Lo que sucedió luego todavía permanece confuso, pero finalmente alguien del edificio pudo avisar a la Policía y al ladrón terminaron por detenerlo en la vereda, a metros del hall central.
La portera agregó: “Desde que sufrió un asalto violento en su departamento del primer piso, el año pasado, se trastocó su rutina”.
“Empecé a no poder dormir y a perseguirme. Terminé por comprarme un revólver calibre 32 con 50 balas y un frasco de gas pimienta, después de que me lo recomendaran”.
Con los permisos que le concedió el Renar, los estudios psiquiátricos obligatorios y una serie de lecciones de tiro, la mujer ahora vive alerta: “Creo ser lo suficientemente fría como para no usar el arma”.
En otro de los antecedentes delictivos que suma el historial de este edificio tuvo como víctima a María Esther Fermín, una mujer de 95 años, que vive sola.
Hace ocho meses la jubilada atendió una llamada del portero eléctrico y bajó a recibir a un supuesto empleado del correo: “Me hicieron el cuento del tío y me tuvieron entretenida unos minutos, mientras uno de los ladrones subió hasta mi departamento. No sé si se trataba de principiantes, pero al final no se llevaron ninguno de los objetos de valor, que tenían a la vista. Se ve que solamente buscaban plata”.
Otro cartel sobre la entrada al pasillo principal recuerda ese episodio: “Si no está esperando correspondencia, no baje ni abra la puerta”.
La decisión de vivir armada que tomó la encargada del consorcio es un motivo de discrepancia en algunos vecinos.
Esther agregó: “Yo no soy partidaria, porque el arma sólo trae a otras”.
La portera aclaró: “Por lo que yo sé, nadie más decidió hacer lo mismo, yo me compré el arma, porque tenía miedo y no podía dormir. Al final, le hice caso a (el ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro) Granados, que dijo que hay que andar armado”.

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