Gastón fue secuestrado en el barrio de Belgrano cuando se encontraba cerca de la clínica de Cormillot. Bajó del auto y un grupo de delincuentes lo abordó y lo secuestró junto al auto.
Horas más tarde lo liberaron en Villa Martelli sano y salvo. Pero el auto aun no aparece, ya que el rastreador no funcionó.
“Yo jamás pude hacer la denuncia porque el rastreador no funcionaba. Llamé a la empresa y el auto no existía, era un auto fantasma”, dijo Cormillot.
“A mí lo único que me interesaba era saber si estaba bien Gastón. El auto no importa, después lo paga el seguro. El rastreador no sirvió para nada. La angustia hasta que Gastón me llamó fue enorme”, precisó.
“Todavía nadie sabe dónde está el auto. Debe estar desarmado, o en Paraguay”, añadió el nutricionista.
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