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jueves, 15 de noviembre de 2012

Sonia Molina, la joven de 32 años que padeció tres meses de secuestro, tortura y violaciones, se recupera tras escapar de sus captores, la periodista de Coronel Suárez Estefanía Heit y su pareja Jesús Olivera.


Estefanía Heit

La historia comenzó a principio de año cuando Olivera llegó a Río Colorado, donde vivía la víctima con su hija de 10 años. El hombre se presentó como un pastor de múltiples proyectos solidarios y así consiguió alojamiento en la casa de Silvia Molina, hermana de Sonia.
Pero luego se mudó a la casa de su futura víctima, y allí comenzó una extraña relación, según la madre de Sonia, a base de mentiras y manipulaciones. Tanto, que de apoco se alejó de su familia, incluso de su hija.
Olivera la convenció de vender su casa para fundar una nueva iglesia, aunque ello nunca ocurrió y la justicia investiga si se trató de un fraude. Luego le prometió que la iba a ayudar a cumplir su sueño de estudiar abogacía en La Pampa y fue entonces cuando dejó Río Colorado para seguirlo. Su hija no quiso acompañarla y se quedó con su padre.
Nunca llegó a La Pampa, Sonia terminó viviendo tres meses de horror en Coronel Suárez, donde de a poco perdió contacto con los miembros de su familia, quiénes solo recibieron en los últimos tiempos mensajes de texto, los cuales se presume, eran escritos por Olivera desde el celular de la joven.
En esos tres meses, Sonia fue golpeada, quemada con cigarrillos, violada en incontables veces y atada durante días. Solo comía polenta con alimento para perros y bebía un vaso de agua al día. La joven que pesaba 67 kilos cuando conoció a sus captores, terminó con tan solo 38.
El día de su fuga, Olivera y Heit, la habían encerrado en un cuarto para que no “molestara tanto”, sin picaporte y bajo llave. Pero no se percataron de que había un ventiluz, por donde Sonia pudo salir en la madrugada, aunque nadie se explica cómo ya que apenas podía sostenerse.
La joven logró salir de la casa y rogaba que el ladrido de los perros no la delatara. Las primeras personas que la vieron, no la ayudaron por su aspecto físico. Pero un taxista finalmente la llevó hasta una comisaría para relatar su pesadilla.
La policía realizó allanamientos en la casa de Olivera y Heit, donde arrestó a la periodista y encontró al menos 70 videos donde se ve a Sonia y se escucha a su captora diciendo: “ves que te hacés encima” o “no aguantás nada”.
Olivera estuvo prófugo algunas horas pero después fue detenido y en el día de hoy testificarán ante la fiscalía de Bahía Blanca.
El último parte médico de Sonia informa que “la paciente se encuentra tranquila, lúcida, orientada en tiempo y espacio. En tanto, el examen físico da cuenta de múltiples hematomas en todo el cuerpo, lesiones en manos y pies, quemaduras de cigarrillos, edema genital externo”.
Jesús Olivera
La casa donde estuvo secuestrada Sonia Molina – Foto: La Nación
La casa donde estuvo secuestrada Sonia Molina – Foto: La Nación

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