Con una orden judicial, al menos cincuenta agentes de la Prefectura Naval Argentina se apersonaron en el Edificio Libertador, sede del Ejército Argentino, para cumplir con la orden de allanar la oficina del Teniente General César Milani y secuestrar las computadoras y material que pueda ser relevante para la causa.

La denuncia que abrió la causa judicial fue iniciada luego de que el Senador por la Unión Cívica Radical, Gerardo Morales, denunciara espionaje interno.

En la presentación no sólo se denuncia el espionaje al Senador Nacional, sino también a varios periodistas, entre los presuntos espiados, Morales se incluyó junto con Daniel Santoro, periodista de Clarín.

Gerardo Morales afirmó tener ”información concretas de que en el Edificio Libertador hay una sala de situación, en el séptimo piso, en el que están realizando tareas de inteligencia interior en forma clandestina”.

En su discurso en la Cámara de Senadores, cuando se debatía el ascenso de Milani, Morales denunció que el ahora General realiza tareas de inteligencia interior sobre políticos y dirigentes sociales, estas tareas están prohibidas por la ley.

En el operativo judicial, llevado a cabo el lunes, se terminaron secuestrando al menos diez computadoras y documentación relevante.