El 8 de julio, pero de 2011,María del Carmen Cash realizaba un viaje por el norte del país. Ese día fue la última vez que se supo algo de ella.

Hoy, dos años después, su familia sigue buscándola con desesperación y la ilusión de que la pesadilla se acabe de una vez por todas.

Su hermano, Máximo, aseguró: “Queremos saber dónde está. No nos vamos a quedar así, vamos a seguir dándole para adelante” y agregó que, “pese a los 4 mil y 4.500 llamados donde se daban distintos datos o son erróneos, o son mentiras, porque hay mucha gente que lo hace por maldad”.

Además contó que, cuando comenzó la causa, “la Defensoría General de la Nación le puso un abogado que renunció por mensaje de texto una vez que tuvo acceso a los expedientes que tanto le había negado el juzgado”.

Por ello, hace 3 o 4 meses cuentan con un nuevo legrado que “tiene que ponerse al tanto de la lectura de todos los expedientes, que son alrededor de 25”.

Máximo recordó, en diálogo con el canal de noticias C5N, que “su hermana se contactó tres días antes de su desaparición con su familia desde un teléfono público saliendo de Jujuy donde había pedido ayuda, que se había quedado sin dinero”.

Luego, cuando ya no hubo más contactos con María, sus familiares comenzaron a mover cielo y tierra para dar con ella. “Pusimos al aire un afiche que fue cambiando. Nos ocupamos de masificarlos también a países limítrofes”, relató su hermano. Sin embargo, y pese a que el Gobierno duplicó la recompensa para quienes aporten datos que den con su paradero–de $200 a 400 mil pesos-, no hubo progresos en la causa.

Para concluir, Máximo pidió que: “quienes tengan datos para aportar se comuniquen con alguien de la familia –que ellos los derivan a la Policía o la Gendarmería- o, si alguien creyó haberla visto, envíe una foto por mail a buscamosamariacash@hotmail.com”.