La víctima fue identificada como Matías Cuello, quien fuera quemado por su pareja el 15 de abril pasado, cuando ésta le arrojó agua hirviendo de una pava eléctrica durante una discusión en la casa que compartían en la intersección de las calles Almonacid y Oliden, de Manuel Alberti, Pilar.
El joven fue hospitalizado en la clínica Modelo de Vicente López, con el 50% de su cuerpo quemado y tras 22 días de una dolorosa agonía, falleció por las infecciones que los médicos no pudieron prevenir.
Tras la autopsia, se pudo comprobar que el joven fue quemado a propósito, descartando el accidente y consecuentemente el juez de Garantías Nicolás Ceballos ordenó la detención de la sospechosa, quien hasta hoy permanecía prófuga.
La familia de la víctima declaró que la pareja mantenía una relación conflictiva y que incluso el joven era golpeado por ella, ya que iba a trabajar con marcas en su cuerpo que no podía explicar.
Los vecinos declararon que el día del hecho, escucharon a la pareja discutir y que Matías gritó: “¡No me quemes, no me quemes!”.
Ambos tenían una bebé de seis meses, y ahora la familia de Cuello reclama su tenencia.
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