El represor fue procesado por crímenes de lesa humanidad cometidos en ese centro clandestino de detención, durante la última dictadura.
Las organizaciones buscan “denunciar la cadena de impunidades que resultó en la fuga de este genocida y exigir la resolución de esta situación”.
Wolk, que en su momento era comisario de la Policía Bonaerense, fue el jefe del centro conocido como el “Pozo de Banfield”, en donde estuvieron prisioneros estudiantes secuestrados en la Noche de los Lápices de 1976. Estaba detenido en su casa de Mar del Plata y con arresto domiciliario.
El viernes pasado, La Corte Suprema le revoco el arresto domiciliario para trasladarlo a una prisión común pero cuando la policía fue a buscarlo para trasladarlo al penal de Marcos Paz no fue hallado.
El comisario está imputado por apropiación de niños, privación ilegal de libertad y tormentos de más de trescientas víctimas cometidos en el centro clandestino que funcionó en la Brigada de Investigaciones de la Policía Bonaerense de Banfield (Pozo de Banfield).
Desde la fiscalía federal advirtieron que se dispusieron todas las medidas para intentar recapturarlo.
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