Mi estimado miserable.
Acabo de llamar nuevamente a la comisaria poniendolos en conocimiento de la perpetración de un delito.
Estuvimos algunos días con 60 V de tensión, y como sabrá nada funciona con esa potencia.
Tuve que suspender muchas cosas y hacer malabarismos con las heladeras.
Cosas de la dekada cagada que su banda nos deja.
Pero sus amigos y protegidos los delincuentes siguen operando impunemente a la vista de todos y sin que la banda de delincuentes de la comisaría tercera de Florenio Varela intervenga.
Mientras usted y el payaso Scioli hacen actos, y enumeran cifras, en medio de una patética "emergencia", los mismos delincuentes en el mismo lugar, de forma ostentosa siguen delinquiendo a la vista de los funcionarios.
El que haya un hospital, un templo o sala velatoria, no importa en esta gigantezca favela que han creado ustedes al paladar de los malvivientes.
En plena Misa, hemos sido invadidos por el precio de la batata y las naranjas, debiendo esperar a que pasen los delincuentes para poder continuar.
Esto me recuerda un fenómeno interesantísimo de su aguantadero en Ezeiza, donde la gente camina por las calzadas y estacionan autos en las veredas.
El caos al que sujetos como usted nos condenan, es bueno que lo sepa, LO VAN A PAGAR.
Así lo juro.
Mientras siga repartiendo chorizos a los chorizos que es lo único que ha hecho bien en su vida olvidable.
Lo saludo con mi desprecio mas distinguido.
Acabo de llamar nuevamente a la comisaria poniendolos en conocimiento de la perpetración de un delito.
Estuvimos algunos días con 60 V de tensión, y como sabrá nada funciona con esa potencia.
Tuve que suspender muchas cosas y hacer malabarismos con las heladeras.
Cosas de la dekada cagada que su banda nos deja.
Pero sus amigos y protegidos los delincuentes siguen operando impunemente a la vista de todos y sin que la banda de delincuentes de la comisaría tercera de Florenio Varela intervenga.
Mientras usted y el payaso Scioli hacen actos, y enumeran cifras, en medio de una patética "emergencia", los mismos delincuentes en el mismo lugar, de forma ostentosa siguen delinquiendo a la vista de los funcionarios.
El que haya un hospital, un templo o sala velatoria, no importa en esta gigantezca favela que han creado ustedes al paladar de los malvivientes.
En plena Misa, hemos sido invadidos por el precio de la batata y las naranjas, debiendo esperar a que pasen los delincuentes para poder continuar.
Esto me recuerda un fenómeno interesantísimo de su aguantadero en Ezeiza, donde la gente camina por las calzadas y estacionan autos en las veredas.
El caos al que sujetos como usted nos condenan, es bueno que lo sepa, LO VAN A PAGAR.
Así lo juro.
Mientras siga repartiendo chorizos a los chorizos que es lo único que ha hecho bien en su vida olvidable.
Lo saludo con mi desprecio mas distinguido.
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