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domingo, 2 de febrero de 2014

Un grupo de delincuentes fingiendo ser fieles que presenciaban una misa en la Catedral Metropolitana y una vez terminado el oficio robaron una importante suma de dinero a un religioso de la Curia, la exoficina del Papa Francisco y donde actualmente trabaja el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli.

robo en la catedral porteña

Al menos tres ladrones robaron el último domingo en el Arzobispado de Buenos Aires, ubicado al lado de la Catedral y en el que vive el arzobispo Mario Poli. Se camuflaron en la misa, ingresaron a la Curia, redujeron a un guardia y se llevaron 100 mil pesos.
El episodio se produjo el domingo pasado, pero fue publicado este sábado por el diario Perfil, que detalló que ocurrió luego de la misa de las 18:00.
Al menos tres delincuentes fueron los que transitaron los pasillos internos entre el Arzobispado y la Catedral metropolitana, ubicada en un lateral de la Plaza de Mayo.
Para llegar de un lugar a otro, se deben atravesar seis puertas y el domingo pasado este grupo de delincuentes se mezcló entre los creyentes y al finalizar la misa y cuando ya no quedaban testigos en el templo católico se escabulleron por una puerta lateral, atravesaron el pasillo y llegaron hasta el lugar donde descansa y trabaja el sucesor de Jorge Bergoglio en la arquidiócesis de Buenos Aires.
Allí, redujeron a un guardia de seguridad y amenazaron con armas a cinco religiosos que se encontraban en las oficinas del primer piso.
Los ladrones sabían que uno de ellos llevaba unos 100 mil pesos, por lo que no tuvieron otra salida que entregárselo a los maleantes que, con el dinero en su poder, y luego de revisar todos los cuartos de la Curia, escaparon sin ser detenidos.
Los delincuentes no actuaron de forma espontánea, por el contrario, “sabían a quién buscaban, conocían el nombre del cura que tenía el dinero”, indicó un informante al citado diario.
Además, contaban con una llave con la que pudieron ingresar a la Curia, por esa razón los investigadores no tienen dudas de que hubo un entregador.
Si bien la máxima autoridad de la Iglesia argentina y recientemente nombrado cardenal por el Papa Francisco -lo que le da derecho a voto en una elección papal- optó por mantener el hecho en reserva, fuentes de la Policía Federal y el Ministerio de Seguridad confirmaron el episodio.
Además de la plata, los delincuentes se “apoderaron de alcancías y otros objetos de valor” que encontraron en los tres pisos que ocupa el Arzobispado en el edificio de Rivadavia 415.

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