“En Trelew rige La ley del garrote”.

CHUBUT

(AW) Reproducimos la entrevista a Analía Fernanda Basso, madre de Iñaki Basso, el pibe de 17 años golpeado brutalmente por la policía en Trelew el pasado 11 de enero.- Trelew, 3 de febrero de  2014 (Puerta E).- “En Trelew rige La ley del garrote” “El policía me dijo: Fijesé en lo que anda su hijo, las ideas que tiene y la pinta de faloperito que tiene”. Entrevista a Analía Fernanda Basso, madre de Iñaki Basso, el pibe de 17 años golpeado por la policía en Trelew. El “tratamiento administrativo” del personal, la sorprendente respuesta de un comisario y la pregunta del millón. ¿Quién le pegó a Iñaki? Por Diego Colinamún El sábado 11 de enero a las 11:30 de la mañana llegó el patrullero a la casa. La “lancha” esperó en la calle de ripio, la policía golpeó la puerta de la casa de Analía Fernanda Basso que recibió – asombrada – a un uniformado, “Me dijeron que tenía que retirar a mi hijo a las doce del mediodía, que estaba preso. La policía me dice que se lo acusaba de daños a los móviles y resistencia a la autoridad. Cuando llegamos a la comisaria nos enteramos de que a Iñaki lo tenían preso desde las 7.30 de la mañana, que lo habían detenido en la calle Brown cuando iba caminado. Que lo cruzó una camioneta de la que se bajó un policía y que le pegó una trompada sin pedirle ni siquiera los documentos”. A Iñaki Vera Basso de 17 años le pasó todo eso. Salía de un cumpleaños y fue “detenido” en la Plaza Alfredo García, de Trelew. Analía atiende el teléfono cordial desde su casa. El marido la llamó para avisarle de la nota con Prensa del Tercer Milenio. “Somos de Trelew, a mi marido lo conocí acá – relata -, Oscar venía de Buenos Aires. Lo conocí después de muchos años de criar a Iñaki sola. Oscar es el papá del corazón de Iñaki. Le puse ese nombre porque a mi me gustaba el rugby. Veíamos en la tele el programa de González del Solar y siempre hablaba de su hijo Iñaki, me pareció un nombre muy simpático y bueno por eso le puse así… Igual, más allá del nombre no lo pude convencer de que jugara al rugby ni a ningún deporte (Risas). A él de chiquito le gusta el arte: El dibujo, la pintura, expresarse. Cuando era chiquito pintaba con su abuelo. No es muy extrovertido en muchas cosas y el dibujo, la pintura y el grafitti lo ayudan”, cuenta. Analía conoce la ciudad y ha visto cada uno de sus cambios.Son fotos kodak con colores irreales los que la muestran crecer, vivir y desarrollarse. Iñaki nació en el ´96, en la clínica San Martín, en Trelew, esa ciudad que fue, que es y no es. Esa ciudad que se parece – a la vista de los nacidos y criados – a un sueño raro, que pasó hace mucho, pero en el que se permanece y se resiste, por algo más que solo el hecho de soñar. “Le habían pateado la cabeza, lo habían arrastrado esposado en el piso. Y más, cuando lo suben a la camioneta aparece un perro que lo muerde y le rompe el pantalón. Cuando yo llego me hacen firmar un papel que decía porque lo habían detenido por daño, agresión a la autoridad y todo eso. Yo firmo para poder sacar a mi hijo.Hubiera firmado cualquier cosa para poder sacar a mi hijo”, cuenta Analía. Para ella las cosas no son más sencillas en la comisaría de la calle Belgrano 81; “La cuarta” es una comisaría brava. “A mi hijo me lo entregaron en el hall de la comisaría, apareció esposado y le sacaron las esposas adelante mío… Cuatro horas esposado en una celda pequeña con los otros chicos detenidos, mezclados con dos mayores, muertos de calor, descompensados. Cuando lo voy a retirar me encuentro con eso”, describe Analía que recuerda cada palabra de ese día, “aparte de eso tuve que soportar que el comisario me diga, ´Su hijo es un drogadicto, un alcoholico´. El Jefe de la comisaría me dijo además, ´Pero fijesé en lo que anda su hijo, con las ideas que tiene y la pinta de faloperito que tiene”. Eso recuerda Analía y se enoja “Seguro va a decir que no lo dijo, pero yo lo escuché “. Voces y silencios Este viernes se realizó un evento artístico en la plaza en donde lo detuvieron Iñaki. En las fotos se ve participación de pibes, de padres. Por lo bajo se escuchan historias de otras “garroteadas de los milicos”. No es diferente, pero esta vez los padres están entre los chicos. Hay un saturación de abusos “se han comunicado vecinos para darme su apoyo, ex compañeras de escuela, me he sentido muy apoyada. Acá en Trelew me han parado en la calle señoras que no conozco y me han dicho desde ´que coraje, que ovarios´ hasta ´Señora, se está arriesgando mucho´o me preguntan si no tenemos miedo”. El gobierno sin embargo permaneció inimutable, Analía describe que ” no se comunicó nadie del gobierno. Semanas después sucedió que la policía tuvo un abuso de autoridad con un fotógrafo del Diario el Chubut y ahí se reunieron con el periodista y con el gremio. El gobierno pidió disculpas, el jefe de policía pidió disculpas, ¿Y por qué nadie dijo nada de mi hijo y el resto de los chicos golpeados? Yo no espero nada, porque no van a reconocer nada. Se pasan la pelota de uno a otro”. “El ministro dice que a la policía le falta capacitación en detener gente. Bueno, una patada dada de manera incorrecta puede ser fatal. Iñaki la sacó barata, pero acá el punto son los derechos de las personas. La policía no puede pegar, esposar a un menor como lo hicieron. Yo siempre le decía a mi hijo: Cuando vos tengas un problema, llamá a la policía ¿Ahora qué le digo?”.