A 22 AÑOS DE IMPUNIDAD |
(AW) El juez Horacio Días, en su introducción a la lectura del veredicto contra los asesinos de Mariano Ferreyra, dijo que, con la muerte de Walter Bulacio, se acabaron las razzias en los ‘90. Y es inevitable preguntarse ¿qué piensan de esa afirmación los millares que, como Walter en 1991, hoy viven a diario la represión del estado? ¿Qué le responderían los que saben que vivimos todos los días a la sombra del gatillo fácil, al frío de la tortura en comisarías y cárceles y conviviendo con las detenciones arbitrarias, la averiguación de antecedentes, las faltas y contravenciones, las razzias? Probablemente la respuesta no sería una caricia. Invitamos al señor juez a que salga a caminar por las calles, para constatar por sí mismo la falsedad de su afirmación y a resignificar su concepto de "razzia", para comprender un poco más la época en que vive. > Walter Bulacio tenía 17 años, pertenecía a la clase trabajadora y > había acudido al estadio Obras a ver a un grupo de rock -Los Redondos- > cuyo público mayoritario pertenecía a esa clase. Lo cazó una razzia de > la policía federal que, aún siendo Walter menor de edad y, además, sin > ninguna razón para ser detenido, lo arrastró hasta la comisaría 35ª > junto a un centenar de jóvenes, en un operativo tan escandalosamente > ilegítimo como cotidiano, durante el cual fue apaleado, en nombre del > control social, lo que causaría su muerte una semana después. > > En el marco de uno de los procesos más oscuros de la historia jurídica > de este país, increíblemente viciado en todos sus aspectos por obra y > gracia de los poderes e instituciones del estado - policía, > dirigentes, jueces, fiscales -, siempre coincidentes a la hora de > defender los privilegios que los fundan, el comisario Miguel Ángel > Espósito fue sobreseído en 1992, y, lo que es más grave, se legitimó > judicialmente el "Memo 40", una Orden del Día secreta de la policía > federal que, básicamente habilitaba las detenciones arbitrarias e > ilegales de menores de edad. > > La movilización popular, que instaló el nombre de Walter como símbolo > y bandera de lucha de generaciones condenadas a la exclusión social y > apaleadas criminalmente por el verdugo azul del sistema, y la > militancia de CORREPI, lograron que la Corte Suprema revocara esa > decisión, y el comisario fuera nuevamente procesado. Siguieron las > dilaciones, por lo que llevamos el caso a la Comisión Interamericana > de DDHH (CIDH). En 2003, la causa llegó a la Corte Interamericana de > DDHH (Corte IDH), que, después del juicio oral que la justicia > argentina no quiso hacer, condenó al estado argentino por violar el > derecho a la libertad, a la integridad física y a la vida de Walter. > > El gobierno argentino nunca cumplió esa condena, que le exige terminar > con todas las normas y prácticas que habilitan (también hoy, Dr. Días) > a las fuerzas de seguridad a detener a cualquiera, en cualquier lugar, > porque sí. Ese sistemático incumplimiento de la sentencia del tribunal > internacional muestra que, más allá del gobierno de turno, es el > estado burgués el que no quiere que sus herramientas para ejercer el > control y disciplinamiento social sean cuestionadas > > En este año 2013, cuando ya se han cumplido 22 años de la detención y > muerte de Walter, parece que, finalmente, el comisario Espósito será > juzgado en Argentina. Claro que no, como correspondería, por las > torturas y la muerte de Walter, sino sólo por el delito de privación > ilegítima de la libertad agravado. Como lo hemos dicho muchas veces, > un juicio que llega tarde, y mal, pero que hemos arrancado con la > lucha sostenida. > > Las manos de Nazareno, compañero de colegio de Walter, detenido junto > a él en la puerta de Obras, inmortalizaron un mensaje en la pared del > calabozo. El mensaje decía: "Jorge, Walter, Kiko, Erik, Leo, Nico, > Nazareno, Betu y Héctor. CAIMOS POR ESTAR PARADOS. 19/04/91". > > Cayeron por estar parados, por hacer nada, por estar esperando entrar > a ver su banda. Por estar parados, (como ayer, como hoy) como cuando > ellos llegan de improviso y te detienen porque sí. > > Parados, como estaban algunos integrantes del campo popular en ese > momento. > > Hoy nosotros estamos de pie, como estuvimos y vamos a estar. Hoy > sabemos que no vamos a dar un paso atrás por verlos acercarse, y que, > por el contrario, por cada uno de los fusilados por el gatillo fácil y > cada uno de los torturados en comisarías, vamos a dar un paso al > frente. > > A 22 AÑOS DE IMPUNIDAD... POR WALTER Y POR TODOS: ¡BASTA DE REPRESIÓN, > TORTURAS Y GATILLO FÁCIL! |
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