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lunes, 28 de noviembre de 2011

La censura en PG 12.

ARGENTINA

> SIGUEN LAS DENUNCIAS POR CENSURA
> EN EL DIARIO "PAGINA 12"

> Comunicado de los trabajadores del diario PáginaI12 en solidaridad con el periodista Darío Aranda


> La asamblea de trabajadores de Página12 repudia la censura en los artículos de nuestro compañero Darío Aranda sobre el asesinato del campesino Cristian Ferreyra, militante del Mocase-VC de Santiago del Estero. En dos notas consecutivas, la primera sobre el crimen y la segunda sobre la marcha de repudio, el diario eliminó los párrafos que informaban que el gobernador de la provincia donde se produjo el asesinato se llama Gerardo Zamora, se define como un ?radical K? alineado con el gobierno nacional, y que no se pronunció sobre un hecho de innegables connotaciones políticas ni respondió a los llamados del periodista. Esos datos elementales, que con ningún justificativo se pueden dejar dei nformar a los lectores, fueron eliminados de las crónicas sin avisarle al periodista ni retirarle su firma.
> Darío es un periodista que recorre el país para cubrir sin intermediarios las luchas de campesinos e indígenas. Sus investigaciones sobre los conflictos derivados de la expansión de los agronegocios, elatropello de los derechos de las comunidades que habitan sus tierrasdesde tiempos ancestrales y la complicidad de autoridades políticas y judiciales han sido tapa de Página 12 durante años. Su compromisoy honestidad le han valido el respeto no sólo de las organizacionesa las que supo hacer visibles, sino también de sus compañeros y de los lectores. Su situación laboral, sin embargo, es deabsoluta precariedad: trabaja desde hace siete años como?colaborador?, sin garantías de estabilidad, sujeto al humor dela empresa, con pagos que en el último año promedian poco más de 500 pesos, costeando los viajes de su bolsillo o con la ayuda de organizaciones campesinas.

> Por tratarse de un ?caso testigo? de precariedad y maltrato, sus compañeros de Página 12 solicitamos ala empresa el pase a planta permanente de Darío Aranda, porque entendemos que esa es la solución. Con eso, además, se garantizará que pueda seguir aportando su experiencia y sus conocimientos en los temas de su especialidad, pero a cambio de un sueldo digno, como corresponde a todo trabajador. También queremos dejar sentado que exigimos que de ahora en más no se repitan hechos de esta naturaleza y en el caso de que algún editor modifique el contenido de las notas contra la voluntad del periodista, se respete el derecho básico a retirar la firma.

> Asamblea de trabajadores de Página 12.



> RELATO SOBRE LO OCURRIDO EN LA ASAMBLEA

>  DE PAGINA 12, OFRECIDO POR LOS PROPIOS PARTICIPANTES

> Compañeras y compañeros:

> La asamblea de PáginaI12, con alrededor de 60/70 participantes, trató ayer durante tres horas la censura a las menciones del gobernador santiagueño Gerardo Zamora en las notas que Darío Aranda publicó el viernes y el sábado sobre el asesinato de Cristian Ferreyra, del Mocase-VC.

> Desde la Comisión Interna contamos cómo sucedieron los hechos y luego Darío relató su historia en el diario: pasante en 2003, ?colaborador? desde 2004, especialista en temas de movimientos campesinos y pueblos originarios desde mucho antes, superó durante años el límite de las 23 colaboraciones hasta que en 2009 fue admitido como ?colaborador permanente?. Describió un panorama de precariedad laboral absoluta (viajes y estadías costeados por él mismo o por organizaciones campesinas, jamás por la empresa, y un promedio de 500/600 pesos de pagos mensuales por ?colaboraciones?) y situaciones que sugieren un destrato recurrente y dificultades/resistencias para informar ciertos temas: presiones del gobierno de Formosa ante la publicación de un informe de Amnesty sobre violaciones a los DDHH de pueblos indígenas, que derivaron en la suspensión ad infinitum de un viaje programado; rechazo a viajar para cubrir el corte de ruta de la comunidad qom La Primavera (nunca le aceptaron una nota sobre esa comunidad); rechazo a cubrir la represión de ese corte, que el 23/11/10 termino con dos muertos y que cubrió finalmente un pasante recién ingresado, con un enfoque orientado a no cuestionar al poder político ni la modelo agropecuario; y ?freezer? luego de manifestar su disgusto a los editores y de escribir en libertad en su blog.

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> Luego, los episodios de los últimos días:

> El viernes, al margen de la edición discutida y acordada, se eliminó sin su consentimiento el único párrafo que informaba quién gobierna Santiago, su condición kirchnerista (radical K) y su silencio frente al asesinato. Contó Darío que quien lo editó le aseguró que no había sacado el párrafo censurado, en tanto el jefe de la sección ?bastardeó? su trabajo: le pidió que dejara de relacionar las muertes con el modelo agropecuario, lo acusó de tener ?mala lecha? con el gobernador y, ante una comparación con Macri, cerró el diálogo diciendo ?si querés defender a Macri y criticar al Gobierno, andate a Clarín o La Nación?.

> Esa noche, después de mandar su nota sobre la marcha para exigir justicia, el mismo jefe volvió a llamarlo para cuestionarle que ?la censura del párrafo de Zamora es tema del día en Twiter?, que ?no había vuelta atrás? (en su situación laboral) y le exigió una desmentida pública. Darío le dijo que él no debía desmentir nada porque no había denunciado nada, se había limitado a informar a determinadas personas sobre el párrafo eliminado.

> El sábado, al buscar su nota publicada, se encontró con una cabeza totalmente destruida (pero con su firma), de la que se eliminó la distinción por parte del Movimiento Campesino de cuatro niveles de responsabilidad, que incluían la única mención con nombre y apellido a Zamora.

> En resumen: durante dos días seguidos, el nombre de Zamora fue eliminado y --gracias a los párrafos censurados-- no se informó quién gobernaba la provincia.

> Darío destacó que era cierto que Página es el medio que más espacio dedicó a sus temas pero que no explicaban cómo (léase gracias al esfuerzo individual de un colaborador al que le pagan cifras simbólicas y ni siquiera viáticos de los viajes), que además era sumamente desgastante que cada nota estuviera sujeta al humor de un editor, y que por el maltrato y ?los aprietes? del viernes no podía seguir manteniendo una relación con ese editor-jefe. La exposición concluyó con un aplauso de la asamblea.

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> Antes de abrir la ronda de oradores, desde la Interna leímos un mensaje de Osvaldo Bayer (repudió la censura y se comprometió a interceder para garantizar la continuidad de Darío) y destacamos que la ?desmentida? del diario no desmentía nada, que ?curiosa, intencionada? e ?insólita? no era la denuncia sino la edición que había arrasado con las menciones a Zamora y su alineamiento con el gobierno, y que era falso que el diario se enteró el lunes que la censura había trascendido porque el viernes ya le estaban exigiendo a Darío que lo desmintiera.

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> Las exposiciones de la asamblea (19 compañeros tomaron la palabra) fueron en su amplia mayoría de solidaridad con Darío, con elogios a su militancia, al coraje de denunciar pese a su inestabilidad laboral; de repudio a los actos de censura, y de propuestas para solicitar su pase a planta permanente como respuesta a los ocho años de trabajo, a cientos de notas, decenas de tapas e investigaciones que prestigian al diario.

> Se distinguió la facultad de fijar una línea editorial por parte de la empresa de la obligación de dar a conocer información básica. ?Los periodistas debemos exigir que se cumpla esa obligación, no que nos saquen la firma porque no se cumple?, fue el razonamiento.

> Un compañero destacó que había pasado por situaciones similares pero no se había animado a hacerlo público y tampoco se sentía con la mínima fuerza necesaria porque no sabía hacer uso de las redes sociales. ?Pero debemos hacer algo a partir de este caso. Tenemos libertad para decir pero también para sufrir si no estamos en línea con el diario?, dijo. Otro sugirió que hay casos mucho peores que el de Darío, ?notas enteras que no salen?.

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> El jefe de Sociedad, invitado a tomar la palabra, dijo que no existió censura sino ?episodios como los que habitualmente suceden en el marco de la tensión natural en la que se desarrolla el trabajo periodístico?; afirmó que Darío había sido informado de todos los cambios y no había pedido que le retiraran la firma, y que ?de ocho referencias críticas al gobierno provincial se dejaron siete?, dato que más tarde se demostró absolutamente falso. ?Hacemos mal el trabajo de censores?, ironizó, y sugirió que hacer públicos los hechos ?pone en riesgo al diario?.

> El compañero que editó originalmente las notas admitió que ?la decisión de edición pudo ser errónea?, y coincidió con algunas posiciones anteriores en el sentido de ?cierta blandura en la línea editorial, que no es beneficiosa?. Luego expresó su deseo de poder seguir trabajando junto a Darío.

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> Algunos compañeros plantearon que era contraproducente que estos hechos se ventilaran fuera del diario; cuestionaron que debió tratarse en asamblea mucho antes, o al menos informarse por mail, y que si durante días circuló un texto de repudio que firmaron cientos de personas y organizaciones sin que los trabajadores de Página conocieran los hechos significaba que ?algo se hizo mal? (luego se aclaró que ese texto no pertenece a la Interna y que la confusión se generó porque se incluyó el mail).

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> Varios destacaron como positivo que un caso de censura pueda trascender, porque ?así los lectores saben que los temas se pueden hablar?; también que ?nadie duda que hay que cuidar a Página, pero hay situaciones que no se pueden dejar pasar y se deben denunciar?.

> Varias intervenciones calificaron la asamblea como ?histórica? o ?fundante?, destacaron la necesidad de profundizar el diálogo, de tratar abiertamente los casos de censura. ?Es importante que Página preserve una ética?, se dijo.

> ?Quiero mucho al diario?, dijo Darío en su última intervención, pero explicó que ocultar los casos de censura no era el modo adecuado, y contó otro ejemplo que involucraba al ministro de ciencia Lino Barañao. ?Acá a Barañao no se lo toca?, fue la respuesta. ?Lo que hace mal es ocultar información? y no que trascienda que se oculta, explicó. Cuando terminó, la asamblea lo volvió a aplaudir.

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> Finalmente se decidió redactar un comunicado como trabajadores para repudiar la censura, solidarizarnos con Darío y hacer público que valoramos su trabajo y su compromiso; pedir como asamblea su pase a planta permanente y hacer pública nuestra preocupación por la precarización que reina en el enorme universo de ?colaboradores? y la importancia de buscar soluciones en el marco de las paritarias que se desarrollan en estos días. Hoy vamos a proponer un texto, como Interna, para que se apruebe en asamblea.




> Dario Aranda: "El periodismo tiene que dejar de alegar obediencia debida"

> Luego del asesinato de Cristian Ferreyra, militante del Mocase, desde los grandes medios se trató de desdibujar las responsabilidades políticas y ocultar el trasfondo de la muerte: la lucha por la tierra. Darío Aranda, periodista de Pagina/12, asegura que Ferreyra fue una nueva víctima de la expansión de los agronegocios y que varias de sus notas sobre el tema fueron retocadas por el diario cambiando el sentido de las mismas. 

> ¿Cómo se desarrolló todo esto porque desde muchos medios lo primero que trataron de correr es que tuviera que ver con la disputa por la tierra?

> Lamentablemente es algo recurrente lo que está pasando en los medios, por un lado los grandes medios asociados a los agronegocios lo tratan de mostrar casi como un hecho policial muchas veces o cuando se demuestra que fue una represión por un tema territorial no se aborda el fondo de la cuestión; el motivo de todas las represiones, de los asesinatos es el modelo extractivo petrolero, minero, forestal, agropecuario, que avanza sobre territorios campesinos indígenas ancestrales con derechos reconocidos por las propias leyes argentinas, internacionales, que no debieran ser corridos de esos lugares donde vivieron siempre.

> ¿Cómo fue el caso puntual de Cristian Ferreyra?

> Cristian era un joven militante de 23 años, referente de las comunidades a 60 km de Monte Quemado, limite norte de santiago del Estero, se conoce con los agresores, quienes fueron a la casa de un compañero, Dario Godoy, incluso uno de los agresores tiene una relación de parentesco con la compañera de Cristian, son conocidos en el lugar, en la zona norte de Santiago de Estero como una mano de obra disponible en todo este trabajo represivo, ya sea para sectores políticos o sectores empresarios.

> El MOCASE lo ha denunciado claramente y la comunidad viene enfrentando recientemente un proceso de hostigamiento en los últimos dos años que incluyó la quema de una radio, el encarcelamiento de Ricardo Cuella, y el pedido de captura por el mismo juez que está interviniendo ahora y que ahora pareciera que interviene tan rápido, cuando es un juez sindicado como cómplice de todas estas represiones. El juez había ordenado 12 detenciones con el único argumento de campesinos que han defendido su territorio, en el hecho puntual, el miércoles a la hora de la siesta llegaron a la casa de Darío Godoy a buscar directamente a Cristián, cuando salieron y sin mediar palabra le dispararon y lamentablemente Cristián murió desangrado con su esposa y su hijito de dos años enfrente.

> * Nota realizada por cooperativa La Brújula

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