La Justicia investiga a Silvia Beatriz Lafuente, acusada de haber matado a su hija Priscila, de 7 años, por la muerte de otro de sus hijos, un bebé de dos meses, ocurrida en julio del año pasado.

Tras conocerse por la autopsia que Priscila murió como consecuencia del traumatismo de cráneo que sufrió tras ser salvajemente golpeada presuntamente por su madre, la Justicia empezó a investigar el círculo familiar en relación a otro hecho.

Allí se determinó que en junio de 2013 un bebé de dos meses, que Lafuente, de 34 años, había tenido con su pareja Pablo Verón Visconti, de 30, murió como consecuencia de haberse atragantado con su propio vómito mientras estaba tomando una mamadera.

Sin embargo, a la luz de los hechos, el fiscal de Berazategui, Carlos Riera, quien entiende en la causa, pidió la exhumación del cadáver del pequeño para intentar establecer si también pudo haber sido golpeado.

La mujer está acusada de “homicidio agravado por el vínculo” y el hombre de “encubrimiento agravado”, dado que para la Justicia ayudó a quemar y arrojar el cuerpo de Priscila en el arroyo “Las Conchillas”, cerca de la vivienda que habitaban junto a la niña y sus otros hijos.

La Justicia, además de escuchar hoy los relatos de la mujer y de su pareja, también citará a los hermanos mayores de la niña, Edgardo, de 15, y Simón, de 12, además del padre biológico de Priscila, Gabriel, y su pareja, de nombre María.

A través de su defensor oficial,  la mujer y su pareja  le comunicaron al fiscal Riera, que querían contar su versión sobre las circunstancias de la muerte de Priscila.

Priscila, desde el año y siete meses, vivía con su padre biológico en Lanús, junto a su madrastra María, pero el pasado 27 de octubre de 2013 Silvia Lafuente fue a buscar a su hija y se la llevó, sin decir a qué lugar, ni dejándole a Gabriel un teléfono de contacto.