El avión más grande del mundo, el Airbus A380, está bajo la lupa, tras el hallazgo de fisuras en las alas de las diferentes aeronaves que actualmente surcan los cielos del mundo.

En este marco, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), instó a efectuar controles en casi una tercera parte de la flota de los A380, los cuales en su mayoría acumulan al menos 1.300 horas de vuelo.

Por su parte Airbus aseguró que las “pequeñas fisuras” no representan “bajo ningún concepto una amenaza para la seguridad de los pasajeros” que diariamente vuelan en estos aviones.

Además, la empresa aseguró que hay un protocolo de seguridad que se sigue para este tipo de fisuras y que se efectuará para reparar los daños.

De todos modos, EASA aseguró que estas grietas son de un segundo tipo a las que generalmente aparecen en los aviones tras un tiempo en servicio. Las mismas son de mayor envergadura y advirtió que “si no se detectan y se corrigen, podrían afectar potencialmente la integridad estructural del aparato”.