El avión espía no tripulado se llama Argus One, pero hay quienes le dicen ‘el esperma volador’.
Esta nave tiene la capacidad para llevar 30 libras de sensores y cámaras de alta tecnología y puede volar sobre lugares remotos entre 10.000 y 20.000 pies, incluso con mal tiempo.
El diseño de esta rara nave fue atribuido a la ‘estabilidad de vuelo y de control aerodinámico mejorado, así como dar a la aeronave un tiempo de vuelo’.
El Argus One, es el nombre del dios griego Argos que era el dios que todo lo ve con cien ojos, está diseñado para ser un ‘ojo en el cielo’, incluso en zonas muy remotas.
El avión fue creado por la Organización Mundial de Vigilancia Group Inc (WSGI) para el Pentágono y ahora está siendo probado en un lugar desconocido.
Según informaron las autoridades estadounidenses, “El Argus One no es detectado por el radar, por lo que es invisible virtualmente”. El avión es ‘flexible, no rígido’ permitiendo un fácil almacenamiento y transporte.
Argus Uno puede ser montado y puesto en marcha en distintas horas desde prácticamente cualquier lugar, incluido un territorio remoto y montañoso.
El dispositivo fue especialmente diseñado para cumplir con los requisitos de las agencias gubernamentales de Estados Unidos y otros militares.
También se puede transmitir de forma inalámbrica de vídeo en directo y otra información directamente a una estación de control terrestre o del sistema.
El sistema de control en tierra también permite al operador controlar el Argus One de forma manual basado en GPS autónomo.
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