Peritos oficiales, a través de las fuentes judiciales, confirmaron a los medios que no hay rastros de evidencia genética ni en el sótano del edificio donde vivía ni en el auto del portero Jorge Mangeri.
Dde esta forma, el Servicio de Huellas Digitales Genéticas de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires presentó sus conclusiones respecto a las muestras recolectadas por los investigadores del crimen en el sótano de Ravignani 2360 y en el Renault Megane del portero.
De ambos lugares los peritos tomaron muestras de pelos para verificar su procedencia y comprobaron que no pertenecían a Ángeles. Así se lo hicieron saber al juez de la causa, Javier Ríos.
Estos resultados son parte de los estudios que se realizaron para tratar de evaluar la hipótesis de que la chica hubiera sido asesinada en el sótano y luego trasladada en dicho vehículo.
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