“Esto es espeluznante”, dijo indignado.
“Es inentendible lo que pasó. Con mucha confianza mi hija entregó a mi nieta de un año para que la cuiden mientras ella se va a trabajar, pensando que estaba en un buen lugar. Esto es espeluznante” y agregó “las lesiones físicas se curan, las psicológicas no. Eso es tortura mental”.
Con respecto a su nieta Juanita, Lavié argumentó “yo noté en mi nietita el miedo a ser bañada, a que le pusieran agua en la carita. Ella que es muy juguetona comenzó a pegar, a la mamá, al papá, a mí también. Pensé que era raro y ahora vemos que las razones por las que ella actuaba de esa manera están palpables”.
“Los padres que integran esto tienen que seguir hasta las últimas consecuencias, y que las autoridades tomen cartas en el asunto, que se pongan los pantalones, que clausuren este lugar y que le quite la habilitación”, concluyó.
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