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martes, 12 de febrero de 2013

La bomba que encontraron en el teatro Rex, de la calle Corrientes al 800, y que estaba destinada al ex presidente Álvaro Uribe, era simplemente de estruendo.



Néstor Rodríguez, jefe del departamento de Prensa de la Policía Federal, declaró para los medios que, “Era una bomba de estruendo, de efecto rompedor escaso y con solo poder auditivo”.
El juez Norberto Oyarbide, quien se ocupa de la causa,  en sus declaraciones de ayer, sostuvo que “su detonación pudo haber provocado una estampida y una tragedia”.
El artefacto fue descubierto, ayer, por un empleado, en un sector del techo del teatro donde está la iluminación,  denominado ‘garganta de luz’.
La División Explosivos de la Policía Federal, el juez Oyarbide junto con su secretario Carlos Leiva inspeccionaron  el lugar y se llevaron  los videos de las cámaras de seguridad.
Según habían informado fuentes judiciales: “el artefacto, compuesto de dos piezas, era sofisticado en cuanto al método para hacerlo detonar, que es con la activación de una alarma del celular preparada para activarse a las 16:20 horas, teniendo en cuenta que a las 15:00 se daba comienzo al encuentro de Uribe que incluía también un cóctel”.
El juez Oyarbide aseguró que “Personal de seguridad que se dedica a control y mantenimiento del teatro encontró este artefacto en el segundo piso, donde el ex presidente de Colombia luego de la conferencia iba a brindar un cóctel con muchísimas personalidades. El aparato estaba diseñado para explotar a las 16:30”,  y  que “de haber explotado el pánico que hubiera generado en quienes estaba cerca podría haber rememorado lo ocurrido en el estadio Monumental el 23 de junio de 1968, cuando 71 personas murieron en medio de una avalancha en un episodio conocido como ‘La Puerta 12’”.
Héctor Fernández, el empleado que halló el explosivo, dijo que “fue accidental el encuentro de la bomba, ya que se produjo cuando se revisaba  la garganta de luz
durante los chequeos que se hacen constantemente para que todo esté en condiciones antes de cada función”.

El juez federal Norberto Oyarbide se mostró “muy triste” por las versiones cruzadas sobre el hallazgo de una bomba en el teatro Gran Rex que resultó ser un artículo de pirotecnia de poco poder
“Aparece una versión policial dando cuenta de que [el dispositivo] era una bombita de olor. No sé quién dio la orden para hacer un peritaje, porque quiero que sepa toda la gente que cuando un juez interviene, el único que tiene capacidad para realizar nuevos peritajes soy yo y ninguna otra persona”, afirmó hoy el magistrado.
“Estoy muy triste como juez porque hay cosas que están ocurriendo que son muy raras, y aquí hay alguien que está queriendo jugar al juez”, agregó.
En declaraciones radiales, Oyarbide señaló: ”O me engañaron a mí, o a la ministra de Seguridad [Nilda Garré]“.
“Quedé en un estado de confusión que perdura hasta este momento” por las versiones de que el aparato era una bomba de estruendo únicamente.

Víctor Fernández es el empleado del teatro Gran Rex que encontró el dispositivo explosivo que hubiera amenazado la vida del ex presidente Álvaro Uribe en el día de hoy. Afirmó que quien lo plantó debió saber que iba a haber un cóctel en el tercer piso.
Fernández relató que cuando encontró el aparto “hacía tareas de mantenimiento normales. el teatro se revisa constantemente por temas de funcionalidad. El encuentro fue completamente casual”.
“Estaba en una garganta de luz, se fue a cambiar lámparas y se encontró una caja de 10 por 15 abierta, con dos bolitas, la batería. Sin poder determinar la peligrosidad del elemento, llamamos a la policía”, agregó.
“Estaba en el tercer piso donde iba a haber un cóctel en un momento determinado. El lugar fue chequeado, recontra chequeado (sic) y al día de hoy el acceso está restringido excepto a las personas que acrediten que pueden estar ahí”, explicó Fernández.
“Tenía que ser alguien que sabía que [el cóctel] era ahí, sino lo podría haber puesto en cualquier lado”, explicó.


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