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La editorial del Diario La Nación, Spandau y los izquierdos humanos.

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viernes, 16 de marzo de 2012

Julián Ramón, el cuñado de Gastón Bustamante, el niño asesinado en Miramar, fue liberado por falta de mérito y aseguró en declaraciones televisivas que no sabe quién cometió el crimen.



Ramón dijo además que sentía un gran afecto por el niño y que la investigación debe ir en otro camino porque él sabe que no es el asesino.
Dijo que al enterarse de la muerte de Gastón sintió mucho dolor “porque sentía un gran afecto por él; cuando me enteré, sentí un profundo dolor”.
“Uno sufre un trauma muy grande cuando es imputado no sólo por un delito que no cometió, sino por un hecho que lo tiene como damnificado”, agregó el joven.
Sobre la principal prueba en su contra, las huellas digitales en un televisor de la casa donde se cometió el crimen, Ramón dijo que “están en los laterales de la TV, sin palmas ni pulgares, lo que demuestra la imposibilidad de trasladar el aparato del lugar. Y la toqué el domingo, un día antes” del asesinato.
Además confesó que a su novia, la hermana de la víctima, no la ve desde hace tres meses. “Hace más de tres meses que no la veo. Sé que fue aceptada como particular damnificada, lo que en Capital Federal sería la figura de querellante”, dijo el joven.
Ahora Ramón asegura que buscará reconstruir su vida. “Voy a tratar de reconstruir de a poco lo que era mi vida, en lo único que pienso es en eso”.

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