Diecinueve rinocerontes negros fueron trasladados colgados de sus patas, a través de un helicóptero, por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), para salvarlos de los cazadores furtivos.
Los animales fueron sedados y sus ojos cubiertos para recorrer 1.500 kilómetros desde Cabo del Este hasta la provincia de Limpopo, su nuevo hogar. Allí podrán vivir a salvo, lejos de las amenazas del hombre.
De acuerdo a los expertos, este modo de transporte es menos traumático para los animales, debido a que permanecen menos tiempo sedados.
El rescate forma parte del programa “Proyecto de expansión del rinoceronte negro”, a través del cual se ha logrado exitosamente la creación de siete poblaciones nuevas.






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