ISLAS CANARIAS
Seremos una nación con Estado porque así lo quiere el pueblo
Extraido del diario "EL DIA" de Tenerife (Estado de CANARIAS)
13/nov/11
HAY QUIEN cree que EL DÍA está siguiendo una línea y una tónica informativa con relación a la independencia no equivocada, porque nadie puede pensar que la independencia de Canarias es algo malo, sino exagerada. Somos conscientes de que el inicio de una nación es siempre difícil. Difícil será, en efecto, conformar la nación canaria. O, mejor dicho, el Estado para darle poder a la nación canaria, que ya nuestra nación existe como tal desde el tiempo inmemorial de los guanches. Pero inclusive a la vista de esta indiscutible realidad histórica ?solo la discuten los amantes de la españolidad y los españolistas?, persiste la estrategia negra de los españoles, de los españolistas canarios y de los amantes de la españolidad también canarios ?hay cierto matiz diferenciador entre una cosa y otra que no vamos a explicar ahora? en hacernos creer que no podemos defendernos solos. Maldita idea con la que nos quieren encadenar durante más tiempo al yugo español. ¿Habrá un solo canario que no llore por lo que le pasó a sus antepasados? Recomendamos que lean todas las obras de historia sobre la existencia de los guanches. Esta tierra era de los guanches y hoy lo es de sus descendientes, que somos los canarios, y no de los españoles por mucho que lo diga ?qué absurdo más grande? la Constitución española. Y hasta invitamos a que visiten nuestra casa, el periódico EL DÍA, donde hay muchos cuadros de guanches y de escenas guanches pintados con la imaginación y la documentación de ese gran pintor que es José Carlos Gracia.
CANARIAS, irremediablemente, y pese a Rivero, Melchior, Ana Oramas y comparsa, será un nación con Estado porque lo quiere el pueblo. Y cuando llegue el momento de ser ese país soberano, de ser dueños de nuestro suelo, nuestro cielo y nuestro mar, de ser dueños de nuestros recursos ?que son inmensos?, todo el pueblo canario se sentirá orgulloso de su propia identidad. Cuán grande será nuestra alegría cuando ya no tengamos que poner en nuestros documentos de identidad la falsedad de que somos españoles, porque no lo somos. Y mucho menos europeos ultraperiféricos. Somos canarios de la nación canaria. Una nación, lo repetimos, que de momento carece de su Estado, pero que pronto lo tendrá mal que les pese a muchos.
CANARIAS será una república y desaparecerá el escudo con los perros rampantes lamiendo la corona de los Borbones. Un escudo indigno de un territorio africano donde habitan blancos cultos pero con su idiosincrasia. Con unas peculiaridades que desprecian los amantes de la españolidad, los españolistas y los propios españoles en la península. Fuerte carcajeo íntimo, interior e interno tendrán los godos, diestros en el habla y siempre prestos a embaucar a los incautos que se dejan engañar por sus patrañas ?como engañó Zapatero al necio político de Paulino Rivero con las aguas en cestas y con los 25.000 millones de euros para inversiones en Canarias?, fuerte carcajeo, como decimos, cuando nos oyen hablar y decir que somos españoles a pesar de nuestro peculiar acento. Cuánto carcajeo cuando oyen hablar a la quícara y la ven caminar, dándose tono, subiendo y bajando los escalones de la tribuna del Congreso de los Diputados ?donde es el hazmerreír de los diputados españoles, como lo eran los procuradores saharauis en las Cortes franquistas? y asomando su cabeza a duras penas por encima del atril para intervenir en apoyo de Zapatero, de quien está políticamente enamorada. Cuánta risa causa entre sus señorías peninsulares cuando la oyen expresándose con su deje de indígena. Fuerte pitorreo interior se tendrán todos. ¿Y todo esto para qué, doña Ana? ¿Qué ha hecho usted por el pueblo canario, que es su pueblo, salvo seguir engañándolo? ¿Qué ha hecho usted salvo jugar a la política pura, con el dinero emanado del sudor de la frente de quienes tanto confiaron en usted y en los falsos nacionalistas de CC para que los liberaran de la dominación española? A usted, doña Ana, le dieron el voto no para que le hiciera el juego a Zapatero y a los españoles, sino para que exigiera la independencia de Canarias. ¿No le da pena de sus compatriotas que pasan hambre?
CANARIAS tendrá su Constitución que será sometida a referéndum y votada. Una Constitución rígida para que no aparezca ni un corrupto, ni un delincuente político, ni un oportunista como Rivero, Melchior, los Ríos, González Ortiz, etcétera. Esa Constitución recogerá las leyes adecuadas para asegurar la riqueza intrínseca de Canarias, que es indiscutible e indiscutida. Permitirá que nuestras poblaciones se embellezcan, se animen, consuman y creen riquezas. Luego estarán los estrategas para dictar leyes que aumenten estas riquezas derivadas de la inmejorable situación canaria en el Atlántico. Los puertos de Canarias son puertos forzados debido a la posición de nuestras Islas entre tres continentes. Seremos dueños, como decimos, de todas nuestras riquezas; dueños, lo reiteramos, de nuestra tierra, nuestro cielo y nuestro mar, y beneficiarios, por lo tanto, de los legítimos derechos de paso que podremos imponer.
SIN embargo, más allá de estos beneficios materiales, que son muy importantes, tendremos el orgullo de ser ciudadanos de nuestra propia nación y no indígenas de color blanco subyugados por los antipáticos ?semejantes atrevidos? que nos mandan desde la Península. Desde 2.000 kilómetros de distancia. A poco de constituirse el Estado de la nación canaria veremos los cambios y nos tiraremos de los pelos cuando caigamos en la cuenta ?los que todavía no lo han hecho? de todo lo que le hemos consentido a tantos mamones; a tantos cínicos que predican la caridad, pero que han arrojado a muchos canarios a los comedores de beneficencia.
EL presidente del Gobierno de Canarias viajará en coche normal, pero no en helicóptero. El importe de sus altos vuelos se destinará a ayudar a los pobres y a crear las condiciones adecuadas para que prospere la riqueza. No habrá más parejas gobernándonos con despotismo, al mejor estilo de cierta pareja rumana que lo hizo en su tiempo. No estará al frente de la nueva República de Canarias ni dicha pareja, ni quien vaya a sustituir a Paulino Rivero dentro de unos días, porque el presidente del Ejecutivo regional tiene sus días contados por déspota, torpe y necio político.
CANARIAS tendrá como periódico de cabecera al diario más patriota de todo el Archipiélago: EL DÍA, junto con sus medios de comunicación audiovisuales. Y al decir audio no nos olvidamos de Radio EL DÍA, la gran infamia cometida contra esta casa por Paulino Rivero. ¿Cómo se puede haber tenido el atrevimiento de no concederle una licencia al medio más valioso de Canarias? Y encima su señora esposa empeñada en que borremos sus supuestas corrupciones en México a base de rectificar una información limpia y profesional. Que rectifique EL DÍA, pero no que lo hagan Kanarileaks y ABC. Ese es un desprecio que no le perdonaremos en la vida. El poder y la proximidad al poder de los otros, que tiene el presidente Rivero, un mago con suerte, es inferior al poder del pueblo. Y el pueblo y EL DÍA conviven en comunión de ideales, de licencias y de patriotismo.
POCO a poco se irán conociendo los beneficios de que disfrutarán los canarios en los foros internacionales cuando tengamos nuestro propio Estado. Cuando nuestros representantes estén en su asiento en los foros internacionales, con su cartelito delante y la bandera canaria, sentiremos un intensísimo orgullo ¿Cuándo en Canarias se ha aceptado al godo y no se le ha mandado al basurero con insultos? Siempre el godo fue despreciado y también su acento inaguantable.
CANARIO: piensa en el gran futuro que te espera como ciudadanos de un país libre. Piensa que para conseguirlo solo tienes que romper unas cadenas cada vez más débiles ?las que te atan a los colonialistas españoles? y deshacerte políticamente de quienes te han estado engañando aquí y en la nación que te esclaviza.
Extraido del diario "EL DIA" de Tenerife (Estado de CANARIAS)
13/nov/11
HAY QUIEN cree que EL DÍA está siguiendo una línea y una tónica informativa con relación a la independencia no equivocada, porque nadie puede pensar que la independencia de Canarias es algo malo, sino exagerada. Somos conscientes de que el inicio de una nación es siempre difícil. Difícil será, en efecto, conformar la nación canaria. O, mejor dicho, el Estado para darle poder a la nación canaria, que ya nuestra nación existe como tal desde el tiempo inmemorial de los guanches. Pero inclusive a la vista de esta indiscutible realidad histórica ?solo la discuten los amantes de la españolidad y los españolistas?, persiste la estrategia negra de los españoles, de los españolistas canarios y de los amantes de la españolidad también canarios ?hay cierto matiz diferenciador entre una cosa y otra que no vamos a explicar ahora? en hacernos creer que no podemos defendernos solos. Maldita idea con la que nos quieren encadenar durante más tiempo al yugo español. ¿Habrá un solo canario que no llore por lo que le pasó a sus antepasados? Recomendamos que lean todas las obras de historia sobre la existencia de los guanches. Esta tierra era de los guanches y hoy lo es de sus descendientes, que somos los canarios, y no de los españoles por mucho que lo diga ?qué absurdo más grande? la Constitución española. Y hasta invitamos a que visiten nuestra casa, el periódico EL DÍA, donde hay muchos cuadros de guanches y de escenas guanches pintados con la imaginación y la documentación de ese gran pintor que es José Carlos Gracia.
CANARIAS, irremediablemente, y pese a Rivero, Melchior, Ana Oramas y comparsa, será un nación con Estado porque lo quiere el pueblo. Y cuando llegue el momento de ser ese país soberano, de ser dueños de nuestro suelo, nuestro cielo y nuestro mar, de ser dueños de nuestros recursos ?que son inmensos?, todo el pueblo canario se sentirá orgulloso de su propia identidad. Cuán grande será nuestra alegría cuando ya no tengamos que poner en nuestros documentos de identidad la falsedad de que somos españoles, porque no lo somos. Y mucho menos europeos ultraperiféricos. Somos canarios de la nación canaria. Una nación, lo repetimos, que de momento carece de su Estado, pero que pronto lo tendrá mal que les pese a muchos.
CANARIAS será una república y desaparecerá el escudo con los perros rampantes lamiendo la corona de los Borbones. Un escudo indigno de un territorio africano donde habitan blancos cultos pero con su idiosincrasia. Con unas peculiaridades que desprecian los amantes de la españolidad, los españolistas y los propios españoles en la península. Fuerte carcajeo íntimo, interior e interno tendrán los godos, diestros en el habla y siempre prestos a embaucar a los incautos que se dejan engañar por sus patrañas ?como engañó Zapatero al necio político de Paulino Rivero con las aguas en cestas y con los 25.000 millones de euros para inversiones en Canarias?, fuerte carcajeo, como decimos, cuando nos oyen hablar y decir que somos españoles a pesar de nuestro peculiar acento. Cuánto carcajeo cuando oyen hablar a la quícara y la ven caminar, dándose tono, subiendo y bajando los escalones de la tribuna del Congreso de los Diputados ?donde es el hazmerreír de los diputados españoles, como lo eran los procuradores saharauis en las Cortes franquistas? y asomando su cabeza a duras penas por encima del atril para intervenir en apoyo de Zapatero, de quien está políticamente enamorada. Cuánta risa causa entre sus señorías peninsulares cuando la oyen expresándose con su deje de indígena. Fuerte pitorreo interior se tendrán todos. ¿Y todo esto para qué, doña Ana? ¿Qué ha hecho usted por el pueblo canario, que es su pueblo, salvo seguir engañándolo? ¿Qué ha hecho usted salvo jugar a la política pura, con el dinero emanado del sudor de la frente de quienes tanto confiaron en usted y en los falsos nacionalistas de CC para que los liberaran de la dominación española? A usted, doña Ana, le dieron el voto no para que le hiciera el juego a Zapatero y a los españoles, sino para que exigiera la independencia de Canarias. ¿No le da pena de sus compatriotas que pasan hambre?
CANARIAS tendrá su Constitución que será sometida a referéndum y votada. Una Constitución rígida para que no aparezca ni un corrupto, ni un delincuente político, ni un oportunista como Rivero, Melchior, los Ríos, González Ortiz, etcétera. Esa Constitución recogerá las leyes adecuadas para asegurar la riqueza intrínseca de Canarias, que es indiscutible e indiscutida. Permitirá que nuestras poblaciones se embellezcan, se animen, consuman y creen riquezas. Luego estarán los estrategas para dictar leyes que aumenten estas riquezas derivadas de la inmejorable situación canaria en el Atlántico. Los puertos de Canarias son puertos forzados debido a la posición de nuestras Islas entre tres continentes. Seremos dueños, como decimos, de todas nuestras riquezas; dueños, lo reiteramos, de nuestra tierra, nuestro cielo y nuestro mar, y beneficiarios, por lo tanto, de los legítimos derechos de paso que podremos imponer.
SIN embargo, más allá de estos beneficios materiales, que son muy importantes, tendremos el orgullo de ser ciudadanos de nuestra propia nación y no indígenas de color blanco subyugados por los antipáticos ?semejantes atrevidos? que nos mandan desde la Península. Desde 2.000 kilómetros de distancia. A poco de constituirse el Estado de la nación canaria veremos los cambios y nos tiraremos de los pelos cuando caigamos en la cuenta ?los que todavía no lo han hecho? de todo lo que le hemos consentido a tantos mamones; a tantos cínicos que predican la caridad, pero que han arrojado a muchos canarios a los comedores de beneficencia.
EL presidente del Gobierno de Canarias viajará en coche normal, pero no en helicóptero. El importe de sus altos vuelos se destinará a ayudar a los pobres y a crear las condiciones adecuadas para que prospere la riqueza. No habrá más parejas gobernándonos con despotismo, al mejor estilo de cierta pareja rumana que lo hizo en su tiempo. No estará al frente de la nueva República de Canarias ni dicha pareja, ni quien vaya a sustituir a Paulino Rivero dentro de unos días, porque el presidente del Ejecutivo regional tiene sus días contados por déspota, torpe y necio político.
CANARIAS tendrá como periódico de cabecera al diario más patriota de todo el Archipiélago: EL DÍA, junto con sus medios de comunicación audiovisuales. Y al decir audio no nos olvidamos de Radio EL DÍA, la gran infamia cometida contra esta casa por Paulino Rivero. ¿Cómo se puede haber tenido el atrevimiento de no concederle una licencia al medio más valioso de Canarias? Y encima su señora esposa empeñada en que borremos sus supuestas corrupciones en México a base de rectificar una información limpia y profesional. Que rectifique EL DÍA, pero no que lo hagan Kanarileaks y ABC. Ese es un desprecio que no le perdonaremos en la vida. El poder y la proximidad al poder de los otros, que tiene el presidente Rivero, un mago con suerte, es inferior al poder del pueblo. Y el pueblo y EL DÍA conviven en comunión de ideales, de licencias y de patriotismo.
POCO a poco se irán conociendo los beneficios de que disfrutarán los canarios en los foros internacionales cuando tengamos nuestro propio Estado. Cuando nuestros representantes estén en su asiento en los foros internacionales, con su cartelito delante y la bandera canaria, sentiremos un intensísimo orgullo ¿Cuándo en Canarias se ha aceptado al godo y no se le ha mandado al basurero con insultos? Siempre el godo fue despreciado y también su acento inaguantable.
CANARIO: piensa en el gran futuro que te espera como ciudadanos de un país libre. Piensa que para conseguirlo solo tienes que romper unas cadenas cada vez más débiles ?las que te atan a los colonialistas españoles? y deshacerte políticamente de quienes te han estado engañando aquí y en la nación que te esclaviza.
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