Alternativas de producción limpia y sostenible en la cuenca de Neiva.

COLOMBIA-ALIMENTACIÓN.

La organización comunitaria en la ciudad de Neiva, al sur de Colombia, permitió desarrollar sistemas limpios de producción agrícola. Asociaciones de productores lograron fincas más eficientes y la protección de la cuenca del río Las Ceibas.

Audios disponibles:

Humberto Rodríguez, director del Proyecto de la cuenca del río Las Ceibas. - 43 seg. (682 Kb.)

Humberto Rodríguez, director del Proyecto de la cuenca del río Las Ceibas. - 43 seg. (674 Kb.)

Mario Moreno, integrante de la asociación Gracode, proyecto productivo de Neiva. - 51 seg. (809 Kb.)

Audelina Espinosa, presidenta de la Asociación de Cacaoteros de la Cuenca (ASPROCAECO). - 32 seg. (503 Kb.)

Hilder Hernán Dedal, Presidente de la Junta de Acción Comunal Alto Motilón, Reserva Forestal Siberia. - 1 min. 24 seg. (378 Kb.)

Neiva es la capital del departamento de Huila, en el sur colombiano. Se trata de una de las regiones más productivas del país. Sus habitantes tienen al río Las Ceibas como única fuente de agua para el consumo y la agricultura, que es la principal actividad económica de la región. La deforestación de la cuenca de este río, los fenómenos climáticos, la ganadería extensiva, la erosión y el mal manejo de los suelos provocaron más de 23 desbordamientos e inundaciones en los últimos 40 años. El deterioro de esta zona no solo pone en peligro el abastecimiento de agua potable sino también la alimentación de sus habitantes. Esa así porque la cuenca brinda café, cacao, fríjol, frutas, panela y pollo. Por este motivo, desde 2007 se realiza una "alianza estratégica, colectiva y participativa" para la protección y producción sostenible en la cuenta del río Las Ceibas. El proyecto a 5 años incluyó un aporte de 5 millones de dólares. Fue una alianza entre la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena, la FAO, la Alcaldía, las empresas públicas de Neiva, la Gobernación del Huila y el Gobierno nacional. El plan permitió capacitar a 600 familias en el manejo sustentable de los suelos y promovió la organización comunitaria. También se impulsaron viveros comunitarios para la producción de especies forestales nativas. Los primeros resultados fueron una mayor conciencia en el cuidado de la cuenca, la extensión del uso de abonos orgánicos, mejores sistemas sanitarios y de tratamiento del agua.(PÚLSAR)