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viernes, 18 de abril de 2014

"En la época del [ex presidente Carlos] Menem había lavado de dinero del narcotráfico, con el cual el gobierno de Menem estaba muy vinculado, pero no había producción mayorista de droga como hay hoy.

Lanata: “En la época de Menem no había producción mayorista [post cultivo] de droga como hay hoy”

Jorge Lanata, siempre en el centro de la polémica. Esta vez, respecto del narcotráfico

Cuando hablo de producción quiero decir elaboración post planta. Acá no hay plantaciones de cocaína, pero si hay cocinas de cocaína", dijo el periodista Jorge Lanata en la primera emisión de 2014 de su programa Periodismo Para Todos, al referirse a la problemática del narcotráfico.

El análisis del periodista es correcto. La Argentina no se caracteriza por el cultivo de drogas, pero sí participa en otras etapas del proceso de elaboración de estupefacientes. Y esta tendencia aumentó en los últimos años.

Hay cuatro fases en la producción de cocaína”, explicó Alberto Föhrig, investigador de la Universidad de San Andrés y especialista en narcotráfico. Y detalló: “La primera es la producción de la materia prima, la hoja de coca, que se transforma en pasta de coca en el lugar de origen. A partir de ahí se dan las otras etapas de las que hay evidencia que ocurren en la Argentina: la elaboración de la pasta base; la transformación de la pasta base en clorhidrato de cocaína y finalmente la adulteración, donde se mezcla con otros elementos para generar mayor volumen y el fraccionamiento”.

Un informe de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) señala que sólo en 2009 fueron descubiertos 36 laboratorios, todos dedicados a la fabricación de cocaína. Esta cifra es la más alta desde el 2000, primer año para el que hay estadísticas publicadas, en el que sólo se encontraron 8 laboratorios. En el período 2000-2009 fueron descubiertos 159 laboratorios, 134 de ellos dedicados a la cocaína.

Marcelo Saín, experto en Seguridad y actual diputado bonaerense por Nuevo Encuentro, describe los procesos realizados en el país: “El almacenamiento, corte, fraccionamiento y preparación de las drogas ilegales para su comercialización minorista se lleva a cabo en territorios y zonas controladas en forma directa o indirecta por las incipientes redes y grupos delictivos de narcotraficantes que se han ido constituyendo en áreas y barrios extremadamente pobres y altamente marginalizados de las grandes urbes, especialmente en la Ciudad de Buenos Aires y en el Gran Buenos Aires”. El especialista agrega que la distribución y comercialización se desarrolla, generalmente, “en barrios y circuitos urbanos de clase media y clase alta”.

Un informe elaborado en 2000 sobre la situación en los años anteriores por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), ubicaba a la Argentina, junto con Brasil, Venezuela y Chile, como naciones que “han cobrado mayor presencia como países de tránsito para el tráfico de drogas con destino a Europa y América del Norte”. Al mismo tiempo, sólo señala a Colombia, Bolivia y Perú como países involucrados en el cultivo y la producción de drogas.

El informe anual 2013 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de Naciones Unidas, por su parte, destaca que estos tres países son los que tienen mayor cantidad de laboratorios que fabrican clorhidrato de cocaína. Sin embargo, “en varios otros países también se han destruido laboratorios de clorhidrato de cocaína, entre ellos la Argentina, Chile, Ecuador, Estados Unidos y Venezuela”.

La incautación de un número creciente de instalaciones de producción de cocaína, así como la disponibilidad generalizada de paco, sugiere que la producción nacional de cocaína en Argentina, aunque pequeño, está creciendo. No hay cultivo extensivo de la hoja de coca para la producción de cocaína en la Argentina; la producción nacional parece utilizar la pasta de coca importada, conocida como "pasta base", sostiene el último reporte del Departamento de Estado de los Estados Unidos.

Diego Fleitas, especialista en el tema, señala en un trabajo publicado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) que el aumento de las incautaciones, un indicador de la mayor presencia de drogas en el país ,“más allá de  los mercados internos, se encuentra relacionado con la búsqueda de nuevas rutas ante la mayor presión y  control, primero sobre los carteles colombianos y luego sobre los mexicanos”.

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