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jueves, 21 de noviembre de 2013

Visita del Centro Mandela, de la provincia del Chaco a la Alcaidía de la ciudad de Resistencia.

ARGENTINA

GRAVE DENUNCIA

Una cárcel de la Edad Media

MALOS TRATOS, SEVERIDADES, TORTURAS Y TORMENTOS.

El video que comprueba los castigos, severidades y tormentos aplicados por el personal penitenciario de la Alcaidía de Resistencia a los presos del Pabellón 8 corresponden a los hechos ocurridos a la mañana temprano del 26 de febrero de este año. Dicho pabellón  está ubicado en el primer piso, en la parte posterior de la Alcaidía. Tenía ocho celdas, cada una de las cuales contaba con ocho camastros. Habitualmente se encuentran alojados más cantidad de presos que los camastros disponibles. En esos casos, dormían en el piso.
Muy temprano, cuando comenzó a aclarar, el personal penitenciario inició un procedimiento para efectuar una requisa y  recuento de presos. Esto supone que planificaron, se organizaron y realizaron los aprestos durante la noche. El personal policial comenzó a golpear el portón enrejado del pabellón con sus cachiporras. A esa hora los internos estaban durmiendo. Algunos se despertaron y otros no. Dentro del pabellón se produjo una gran confusión y un fuerte desorden. Ya venían acumulando tensiones por la situación de colapso de las instalaciones, por el maltrato del personal y porque el día anterior cortaron el suministro de energía eléctrica desde el tablero externo del pabellón. Algunos presos  no quisieron salir porque tenían miedo de ser reprimidos. El personal penitenciario lanzó gases dentro del pabellón. Algunos de ellos tenían máscaras antigases. Dejaron a los presos bastante tiempo con el pabellón ?gaseado?. Los presos se agolparon en la entrada del pabellón porque se ahogaban dado que la ventilación se produce por el portón enrejado de ingreso. Luego abrieron el pabellón y los internos salieron, solamente con las ropas con las que habían dormido, atropellándose porque necesitaban respirar. Cuando bajaron a la planta baja el personal penitenciario comenzó a aplicar castigos. Formaron el ?túnel? para pegar, por el que pasaron los presos mientras iban siendo castigados. Los llevaron a un galpón. Les ordenaron que se tiraran al piso, boca abajo, con las manos atrás y los miembros inferiores cruzados. La mayoría de los presos tocía, lo que provocaba más gritos del personal penitenciario que ordenaba ¡silencio! Después comenzaron a sacar los presos del galpón. Algunos fueron llevados al Penal Nº 1, que en ese momento ya estaba desocupado y en refacción. Se llevaron a cinco internos, que como castigo fueron trasladados a la cárcel de Sáenz Peña.

La versión oficial

Conocimos la información oficial al mediodía del 27 de febrero, o sea al día siguiente de los castigos a los que fueron sometidos los internos del Pabellón 8. Mantuvimos conversaciones telefónicas con el subjefe del servicio penitenciario, comisario mayor Molina y con el comisario principal Galeano, transitoriamente a cargo de la jefatura de la Alcaldía de Resistencia porque el comisario Ibarola no se encontraba. Coincidieron en afirmar que a las 22:45 horas del día lunes 25 de febrero se inició un reclamo en el pabellón  como consecuencia de problemas en el suministro de energía eléctrica.  Los presos reclamaban que se rehabilite el servicio a través de la llave térmica del tablero.  El celador Rivero intentó accionar la llave térmica en varias oportunidades, pero no pudo resolver el problema.  Rivero señaló que un número determinado de internos gritaban ofensas, que le tiraron agua cliente y cascote, amenazándolos con ?lanzas caseras?. El celador señaló como los principales ?revoltosos? a los siguientes presos: Juan Centurión, Ricardo Alfonso, Marcelo Gómez, Ismael Lovey y Armando Saucedo.

Los funcionarios policiales señalaron que dejaron pasar la noche y que a la mañana siguiente (martes 26)  los internos del Pabellón 8 continuaban en situación de rebeldía, que colocaron colchones y frazadas recostados en el portón de rejas del pabellón, amenazando con iniciar una quema como protesta por lo ocurrido durante la noche.  Los jefes penitenciarios sostuvieron que también habían conectado cables con energía eléctrica a los barrotes del portón del pabellón.  Con ese argumento y la correspondiente orden jerárquica,  el oficial de seguridad interna -con el grupo de choque y personal penitenciarios-  ?iniciaron las acciones para recuperar el control del pabellón.  Ingresaron al lugar y sacaron a los cinco presos que fueron señalados como los más revoltosos?.  Las autoridades de la alicaída le dispusieron el traslado de cinco presos a la cárcel de Sáenz Peña como represalia.
Gran parte de los internos del Pabellón 8 que fueron sometidos a castigos, tormentos y severidades estaban  alojados en el Pabellón 30. El pasado viernes 8 los presos fueron trasladados al Pabellón 15. Nuevamente fueron sometidos a castigos, especialmente cuando retiraban sus pocas pertenencias. La aplicación sistemática de malos tratos, castigos, torturas y tormentos a los presos es una costumbre arraigada en la Alcaidía, que ninguno de los gobiernos que asumieron después de la dictadura pudieron modificar. Esta es la clave del conflicto de extrema inhumanidad. 


Violaciones sistemáticas y permanentes de los derechos humanos

Después de la represión los familiares se  manifestaron por los medios de comunicación.  Estaban preocupados y afligidos  por la salud y la vida de los presos, sobre todo los que fueron señalados como los más ?revoltosos?, que fueron traslados a la cárcel de Sáenz Peña.  Denunciaron públicamente los graves hechos ocurridos.

Las celdas del Pabellón 8 estaban  en situación ruinosa, abarrotadas.  El hacinamiento y la congestión de presos eran totalmente inhumanos.  La alimentación y el cuidado sanitario eran precarios o inexistentes.  La ventilación, iluminación y los sistemas eléctricos y sanitarios  eran absolutamente deficitarios.  La prevención de posibles incendios y epidemias era casi nula. La situación de colapso del Pabellón 8 podía ser foco y fuente segura de graves conflictos entre la población carcelaria y el personal penitenciario. Así decantó la feroz represión del personal penitenciario que se planificó durante la noche anterior. Las máximas autoridades del sistema penitenciario provincial, los funcionarios del Ministerio de Gobierno y el Poder Judicial conocieron o debieron saber que el 26 de febrero se produjo una represión colectiva contra los presos  del Pabellón 8 de la Alcaidía de Resistencia. Ahora argumentan que no sabían lo que ocurrió. Otros ocultan. El video los puso en evidencia. El sistema político-penal-carcelario es verdaderamente aberrante porque es una fábrica, perfectamente aceitada, para violar los derechos humanos.

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