Según informaron fuentes oficiales, el tren estuvo a la deriva 39 segundos sin frenos ni motor, hasta que se produjo el impacto. Además aclaran que la última vez que había frenado fue a 12 cuadras del andén.
En los últimos tres minutos antes de la tragedia, el maquinista habría aplicado los frenos de servicios en dos ocasiones. En un primer momento, cuando aún estaban a 2.100 metros de la terminal de Once, bajando la velocidad de 70 km/h a 23 km/h. La última acción de frenado finalizó a 350 metros antes de la estación, reduciendo el coche a 27 km/h, velocidad a la que se produjo el impacto.
Desde allí, durante 39 segundos, el tren circuló “a la deriva”, sin frenos ni tracción.
Por la causa se indagará a 30 imputados, entre los cuales se encuentran miembros de TBA y funcionarios del Gobierno.
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