¿MORDIDA O RETORNO?
Prótesis dentales con un valor entre 250.000 y 500.000 pesos parece demasiado para un movimiento como la Tupac Amarú comandada por Milagro Sala. Y es más llamativo porque esas prótesis se abonaban en efectivo (pesos, dólares o euros). Pero esas “compras irregulares” no ocurrían en Jujuy sino en Buenos Aires en un instituto cuyo propietario es el odontólogo de la ex presidente.
La justicia jujeña está investigando estos gastos “llamativos” para determinar cuáles son reales y cuáles son fraguados y conocer si escondían “retornos” por las generosas contribuciones que el gobierno nacional hacía al Movimiento Tupac Amarú.
La celeridad y contundencia de las investigaciones de la justicia de Jujuy contrasta con la lentitud e inoperancia de la justicia del resto del país y en particular de la ciudad de Buenos Aires. Pero también los organismos de contralor de los bienes del Estado (AFIP, Auditoria General de la Nación, la SIGEN y la Oficina Anticorrupción) no han demostrado ninguna vocación por esclarecer millonarios movimientos de dinero con escasa o nula justificación.
La pasividad en las investigaciones se transforma en complicidad cuando posibilita que las causas prescriban y que los dineros robados desaparezcan. Son tantos los negociados que se han realizado que la ciudadanía se sorprende por no encontrar, como mínimo, dos presentaciones por semana desenmascarando las maniobras y señalando a los responsables.
Debemos EXIGIR la creación de la Comisión Nacional contra la Corrupción (CONACO) para investigar TODOS los hechos de corrupción, ubicar a los culpables y DECOMISAR todos los dineros robados.
Prótesis dentales con un valor entre 250.000 y 500.000 pesos parece demasiado para un movimiento como la Tupac Amarú comandada por Milagro Sala. Y es más llamativo porque esas prótesis se abonaban en efectivo (pesos, dólares o euros). Pero esas “compras irregulares” no ocurrían en Jujuy sino en Buenos Aires en un instituto cuyo propietario es el odontólogo de la ex presidente.
La justicia jujeña está investigando estos gastos “llamativos” para determinar cuáles son reales y cuáles son fraguados y conocer si escondían “retornos” por las generosas contribuciones que el gobierno nacional hacía al Movimiento Tupac Amarú.
La celeridad y contundencia de las investigaciones de la justicia de Jujuy contrasta con la lentitud e inoperancia de la justicia del resto del país y en particular de la ciudad de Buenos Aires. Pero también los organismos de contralor de los bienes del Estado (AFIP, Auditoria General de la Nación, la SIGEN y la Oficina Anticorrupción) no han demostrado ninguna vocación por esclarecer millonarios movimientos de dinero con escasa o nula justificación.
La pasividad en las investigaciones se transforma en complicidad cuando posibilita que las causas prescriban y que los dineros robados desaparezcan. Son tantos los negociados que se han realizado que la ciudadanía se sorprende por no encontrar, como mínimo, dos presentaciones por semana desenmascarando las maniobras y señalando a los responsables.
Debemos EXIGIR la creación de la Comisión Nacional contra la Corrupción (CONACO) para investigar TODOS los hechos de corrupción, ubicar a los culpables y DECOMISAR todos los dineros robados.
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