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sábado, 21 de noviembre de 2015

El negocio de los Derechos Humanos.


Julio López y su hijo, el truchador de cursos en la provincia.
El negocio de los Derechos Humanos, un curro que enfurece a los K cada vez que se lo menciona, trae un nuevo capítulo a la capital de la provincia de Buenos Aires.
El eje está puesto en el Instituto Provincial de la Administración Pública (IPAP), un organismo del Gobierno de la provincia, que pertenece a la Subsecretaria para la Modernización del Estado.
El Instituto brinda a los empleados del Estado cursos formativos para su crecimiento profesional y personal, entendiendo a la capacitación como la herramienta y recurso que posibilita el desarrollo humano y organizacional.
Uno de los encargados de dar estos cursos fue Rubén López, hijo del ex detenido/desaparecido Jorge Julio López, quien nuevamente desapareció sin dejar rastros, el día 18 de septiembre de 2006, en la ciudad de La Plata.
Rubén -se supone- dio clases de un curso sobre Derechos Humanos en el IPAP, y cobró $400.000 por dictarlo una vez a la semana durante tres meses, según se pudo constatar a través de un off de record.
Lo más loco es que no es docente, ni se dedica a eso, ni siquiera es empleado estatal, sino, que es un humilde mecánico, porque una de las características salientes que presenta el IPAP es que cualquiera, sin distinción alguna, puede presentarse a dictar los cursos. Además, contaron que un docente por dar clases con un solo participante cobró $20.000.
Cada curso de estos, va acompañado de un acta, que López jamás realizó porque tampoco se constató que dictó las clases. Lo más repugnante de esto es que ante el desembarco de María Eugenía Vidal, la llama se avivó entre los directivos ya que gente de la gobernadora electa del PRO se pasean por los ministerios, para controlar los números de la administración pública: no vaya a ser cosa que se descubra semejante “tramoya”.
Para ello, los directivos del IPAP, no tuvieron mejor idea que pedirle a sus empleados de planta permanente que “trucharan” las actas de todos los “supuestos” cursos, entre el que se encontraba el de Derechos Humanos dictado por Rubén López. Los empleados se negaron, pero los aprietes llegaron. Uno de ellos tuvo que redactar las actas bajo coerción.
El negocio de los Derechos Humanos, es un curro con el que lucran unos pocos vivos con plata del Estado. Rubén López se llevó una suma exorbitante por ser el hijo de Jorge Julio López, el hombre tristemente conocido por desaparecer dos veces. Aparición con vida de Julio López, y aparición de los 400 mil pesos que cobró su hijo por dictar cursos truchos en la provincia.

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